Luces de neón, notas sobre Hemisferio aparte de Francisco Garamona
El sábado fui a un concierto de Francisco Garamona donde escuché por primera vez su último álbum: Hemisferio Aparte (Metamusica 2021) acompañado en el piano por Javier Maldonado. A diferencia del resto de su repertorio, noté que el público aún no conocía las melodías y las letras de estas canciones. Sin embargo, a la segunda estrofa, todos coreábamos como una tribu hipnotizada, siguiendo los pasos de un Chamán.
Francisco - artista, poeta, editor, coleccionista de arte -, compone desde la intuición y una empatía resonante; algo incorruptiblemente lúdico, su presencia está atiborrada de musicalidad, esto se vislumbra inclusive cuando no canta y lo escuchamos hablar, contándonos cualquiera de sus experiencias por algún lugar, si es que tenemos la suerte de encontrarlo. Oír su voz es un acto musical en sí.
Entonces desde su garganta y también desde sus manos y ojos nos vuela el corazón en puñados, fácil sonreír, incluso cuando las penas iluminan aquel horizonte más o menos tangible. “parece que tuviera/como decís/encima, todo el peso, de los años/reís y hablás, de otro país/donde el amor no podría, hacernos daño/te ofrezco la mitad de mi dolor/la nieve cae junto al edificio/hay una oscuridad burlándose/de todo lo que amamos, para siempre/...Luces de neón...”
Cantamos con él, embriagándonos por el sonido de un hemisferio singular. En el arte como en la vida, perdura el acto generoso. La música de Francisco es de una argentinidad rioplatense y renovadas provincias unidas, sorprendente. De manera que escuchar sus canciones es como sentirse en casa, el refugio ideal. Elegir una canción favorita de Hemisferio Aparte resulta una tarea imposible. Por alguna
razón o misterio, no podemos elegir sólo una. Sin embargo, con Los Sentimientos (Metamusica 2014) sí me pasó. Un disco hermoso que lo consagra no simplemente como compositor y melodista, sino también como letrista único. (Si tuviéramos que reclamarle algo al rock nacional a pesar de su incuestionable calidad en diferentes épocas y estilos, es su gran deuda con la palabra). La producción de Hemisferio aparte al igual que en Los sentimientos es de Ulises Conti y Juan Ravioli, donde despliegan una lucidez y elegancia artística que nuestra música popular de Buenos Aires agradecerá siempre. Eso sucede en todas las canciones del disco.
La dupla Conti/Garamona, empezó con Las armas dulces (Metamusica 2012) donde Conti, -de larguísima trayectoria por su labor de músico, compositor, editor, investigador del sonido y productor, que lo ha llevado a trabajar y residir por cada continente-, participó como músico invitado. Esa fue su pista para darse cuenta de que variando el ropaje musical electropop de Las armas dulces, por una vestimenta sonora, acústica, orquestal y menos esperable, Garamona se vería más favorecido, asumiéndose como ese un crooner sutil y popular (nuestro) que en definitiva es.
El potencial de la musicalidad de Garamona se expande materializando esa alquimia sonora. El traje a medida para ese crooner todavía secreto, ¿artista salvaje? que es Garamona. La evolución desde entonces, insinuada en Los sentimientos, tornase inevitable y merecida.
Ver a Garamona, fue una experiencia inolvidable; sí. Todavía estoy ahí, pienso que sus canciones son tatuajes invisibles que marcan nuestros cuerpos para siempre. Como escribió Rimbaud en Sensación, “Sin hablar, sin pensar, iré por los senderos: pero el amor sin límites me crecerá en el alma”
Links al álbum Hemisferio Aparte