Artistas argentinos y uruguayos participan en el mazo del Tarot del Tango
Llega a las librerías el mazo de Tarot del Tango realizado por la reconocida escritora y taróloga francesa Marianne Costa y la experta argentina Ana Groch
El mazo de naipes Tarot del Tango nos presenta un nuevo universo donde confluye la simbología del Tarot con el arte inigualable del tango, en una fusión en la que El Mago está inspirado en Carlos Gardel y El Ermitaño nos recuerda al inolvidable director de orquesta Osvaldo Pugliese, entre otras simbologías.
Se trata de un mazo completo de 78 naipes de 7 x 12,10 cm, en el cual los Arcanos Mayores son obra de 22 renombrados artistas rioplatenses que con sus propios estilos y desde diferentes disciplinas aportaron su arte y sus talentos, generando además un auténtico catálogo de arte rioplatense.
Los Artistas
1 I El Mago Claudio Roncoli
2 II La Papisa Claudia Melo
3 III La Emperatriz Alejandro Bovo
4 IV El Emperador Agustín Viñas
5 V El Papa Max Rompo
6 VI El Enamorado Ernesto Arellano
7 VII El Carro Lux Lindner
8 VIII La Justicia Luis da Silva
9 IX El Ermitaño Pablo Lobato
10 X Rueda de la Fortuna Daniel Rivas
11 XI La Fuerza Martina Wojciechowski
12 XII El Ahorcado JP Cambariere
13 XIII La Muerte Luciana Rondolini
14 XIV La Templanza Nicola Constantino
15 XV El Diablo Marcos López
16 XVI La Torre Edgardo Minond
17 XVII La Estrella Maria Pinto
18 XVIII La Luna Camila Valdez
19 XIX El Sol Andy Cherniavsky
20 XX El Juicio Laura Varsky
21 XXI El Mundo Coco Cerrella
22 XXII El Loco Ale Ros
En el caso de los Arcanos Menores, cabe destacar el carácter tanguero y porteño que le da el uso del típico filete porteño, técnica reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Ese perfil tanguero se acentúa al encontrarnos con los palos tradicionales modificados: los bastos han sido reemplazados por bandoneones, las copas por copas de champagne, las espadas por facones, y los oros han pasado a ser farolas de calle, típicas de los barrios de malevos y compadritos.
Más aún, las figuras son en el Tarot del Tango, personajes del mundo del Tango. Las reinas y los reyes son bailarines, los caballeros son los cantantes, y las sotas se han representado como músicas, sumando personajes femeninos a la corte.
El mazo incluye además un libro-catálogo bilingüe donde Marianne Costa y Ana Groch nos presentan el mazo describiendo sus características y el significado de los palos y de cada naipe.
PARRAFOS DEL LIBRO QUE ACOMPAÑA AL MAZO
Concebir un “oráculo tanguero”, fundiendo la simbología y la numerología del Tarot con el universo del género Rioplatense, revela un mundo de correspondencias profundas entre ambas disciplinas. Ambas son actividades aparentemente profanas, que pueden llegar a suscitar una dimensión pasional y hasta mística en el alma de quien las practica.
El Tarot fue inicialmente usado como baraja de juego, antes de adquirir, en el siglo XIX la dignidad de herramienta para resolver dudas y preguntas.
El Tango nació en los prostíbulos de finales del siglo XIX en Buenos Aires y Montevideo antes de expandirse por el mundo entero, como canto y baile de las incertidumbres del alma humana.
Ambos, Tango y Tarot, desarrollaron una filosofía y un arte de vivir basado en nuestra imprescindible relación con la belleza. Ambos tienen raíces en los bajos fondos y fama maleva, pero terminan llegando a todas las clases y estratos sociales. Ambos constituyen un “arte de la relación” y exigen, además de cierta virtuosidad, cualidades esenciales de intimidad, presencia y escucha.
Ambas disciplinas tienen una estrecha relación con la poesía de su tiempo: desde los triunfos de Petrarca en el Renacimiento hasta los Surrealistas del siglo XX, el Tarot evolucionó con los grandes movimientos poéticos de su época; de la misma manera, las más grandes voces poéticas, prestaron sus versos al Tango.
En el mazo trabajaron durante los últimos dos años un equipo multidisciplinario integrado por Diego Vainesman (diseñador argentino residente en Nueva York), el ilustrador Agustín Pizarro Maire, el periodista Adrián D’Amore, y el multipremiado diseñador gráfico Ricardo Rousellot, que tuvo a su cargo la realización del isologo. La producción general estuvo a cargo de Claudio Pustelnik