Las Fábulas del diablo de Mora Gomez Luengo

Las Fábulas del diablo. Mora Gomez Luengo en Espacio Ftalo desde el miércoles 18 de noviembre de 2020 hasta el miércoles 30 de diciembre de 2020.

En “Las Fábulas del Diablo” Mora Gómez Luengo apela a diferentes lenguajes visuales, recursos y variantes expresivas para ofrecer en sus imágenes una atmósfera inquietante



Cada pintura de esta serie es un cuento enorme, una fábula, y sus personajes son mujeres hedonistas que se funden con eso que las rodea. Están entre animales y comida, se divierten y gozan en un mundo de placeres. Así y todo, se mueven en una extrañeza, sus poses -con una fuerte impronta de la pintura clásica-, sus ojos, sus maneras de estar, dicen que hay algo que no anda: tensan los bordes del paisaje. El anonimato que las envuelve les da un carácter tanto ajeno como familiar. Sus miradas condensan algo que perturba, algo que incomoda mientras se acercan con dulzura, suaves, a un plato de comida, a un gato, a quién tengan a su lado. Conviven estas maneras como conviven los elementos mitológicos que traen a la obra la pregunta, despiertan la curiosidad: una manzana, una carta, un collar, una mano doblada. En el equilibrio compositivo, el aire se tiñe de magia, a través de una intención específica, en la que el esoterismo y la lisergia crean un ambiente que cautiva. Un ambiente en el que algo disruptivo, surreal, irrumpe y se revela, en un juego entre aquello que es manifestado explícitamente y aquello que permanece oculto. La perspectiva rebatida, rara, los cuerpos que se cortan, que no salen enteros, saltan como indicios de extrañeza. Los colores vienen a decir, en su forma chillona de ser, algo de la presencia lo pop. Las texturas, los colores, la narrativa de esta obra: juntos contrastan, alternan entre lo liso y lo rugoso, entre el brillo y la sombra, entre Eros y Thanatos.

Por Florencia Melik

Hasta el miércoles 30 de diciembre de 2020 en Espacio Ftalo (Gorriti 3864 - CABA)









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Libros lentos sobre arte argentino. Editores: Santiago Villanueva y Nicolás Cuello.
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