Escenas azules de sueños pasados
Escenas azules. Azul francia, azul oscuro, azul marino, azul clarito y azul casi negro. Inducen al espectador a soltar las riendas y adentrarse en un mundo irreal, que sorprende y tensiona. Como de ciencia ficción, nos encontramos ante escenas cubiertas por cielos que apenas vemos, de la cantidad de elementos que componen las obras. Once trabajos, de variados tamaños inundan con su atmósfera inquietante y por momento nostálgica ungallery. Once obras de Gastón Herrera, en El arte como viaje.
Como en una prueba interior, el artista juega con los límites, buscándolos y generándolos, en las formas que presenta al espectador. Donde no hay un único objeto al que mirar, no nos posiciona frente a un elemento central, sino ante su percepción de lugares desolados y vastos. “Escenarios donde ocurren situaciones imprevistas”, nos condensa Ana Martínez Quijano, la curadora.
El artista nos muestra su aventura, nos invita a viajar con él a través de su arte. Nos lleva a nadar en cascadas, a chapotear en la orilla de un mar sereno, a escuchar los árboles crujir y descansar sobre la llanura, enorme, entre calaveras del tamaño de piedras, que no asustan, sino que nos introducen aún más en este escenario de película.
El blanco es la clave en sus obras, ya que este nos demuestra la luz, nos muestra dónde se encuentran los pequeños recovecos en estas cuadros donde prima el horror vacui, que nos otorgan el aire necesario para inspirar, sobrevivir y volver a sumergirnos en este otro mundo. Lugares oníricos, sin equilibro, cargados, profundos, llenos de curvas y caminitos que nos posicionan ante los desperdicios de la sociedad de consumo que habitamos. Nos muestra como de a poco, ellos se convierten en ruinas por si solos. Nos posiciona ante la transmutación. En palabras de la curadora, ante “objetos que parecen estar esperando una segunda vida.”
Con sus líneas suaves en azul, Herrera traduce una cualidad de irrealidad, serena pero que grita a la vez su soledad. Le otorga poder a la imagen, convirtiéndola en susurros turbadores de momentos pasados. Donde el desgaste abre el camino a la imaginación.
El arte como viaje, es una muestra atrapante que despierta nuestra nostalgia, de la mano de nuestros sentidos. Nos vamos, con las palabras de Diderot, que enmarcan el texto curatorial “Yo os lo diré, todo se disuelve, todo perece, todo pasa, solo el tiempo sigue adelante”, mientras observamos el cuadro enorme abrochado con chinches transparentes a la pared del primer espacio, de ungallery, a través de las ventanas que dan a la calle Arroyo.
Hasta el viernes 17 de mayo de 2019 en ungallery Arroyo 932 - CABA - Instagram ungallery_ba