Todo es material, incluso lo espiritual en Fundación Lebensohn
Observar es el acto físico inicial, el puntapié de un largo recorrido hacia una posible construcción donde el relato parte siempre de un único e irrepetible punto de vista. De alguna manera, la necesidad del hacer es saberse creador de cuerpos. Dar vida a lo inanimado, materializar al objeto siguiendo una pulsión instintiva, intuitiva que se halla sólo en ese instante divino de encuentro entre artista, materia y espacio en blanco.
Hacia 1590, el filósofo y astrólogo Francis Bacon, asegura en su Teoría del cielo que la materia existe en dos estados: tangible y pneumático. El primero es de carácter frío, pesado, denso y quieto mientras el segundo es etéreo, liviano, invisible, móvil. La materia pneumática, compuesta por los denominados espíritus, es quien se encarga de ocupar el vacío y generar movimiento en torno a lo tangible.
Sumamente volátiles, los espíritus son raros, carecen de peso y se encuentran en lucha permanente abriendo paso a procesos de modificación. Algunas formas se esconden, no se sabe si son testigos de un comienzo o, simplemente, el rastro de un mundo que nunca se llegó a ver. Como un silencio que vuelve de un olvido profundo, esta formas llegan a la materia para volcarse en el espacio. Algunas permanecen con el guiño abstracto de los objetos, otras con el gesto de las lentas erosiones del agua. Distintas entre sí, todas guardan las voces de un refugio antiguo donde la belleza es imprecisa y la totalidad no es asequible.
Cada artista posee una visión, una ilusión que se construye en diferentes capas. Las obras aquí expuestas provienen de un común desamparo: la experiencia de mundo. La materia ya no es una mediación sino un lenguaje en sí mismo con doble valencia: vacío y huella a la vez. Deshabitada por definición, contiene rastros de humanidad que se mantienen imperceptibles para algunos, reveladores para otros. Forma y materia convergen así en gestos contenedores de historias. Estas figuras que hoy nos invocan con la extrañeza del tiempo, ¿despertarán algún día?
Texto: Verónica Kaplansky y Luz Marchio
jueves, 17 de marzo de 2016 a las 19:00 hs
Fundación Lebensohn
Gral. Hornos 238/ Ex fábrica Bagley
CABA