Paisaje daguerreano

El paisaje fotográfico. , entre otros, Esteban Pastorino, Pablo Rosa en Museo de Bellas Artes (Salta) desde el viernes 4 de marzo de 2011 hasta el domingo 27 de marzo de 2011.
http://www.culturasalta.gov.ar/content/view/8193/

Paisaje.
Esto ya es un problema.

El abordaje sobre el paisaje en la historia del arte lo ha llevado, voluntaria o involuntariamente, a la construcción de un pack de estereotipos que terminaron bastardeándolo.

El paisaje por mucho tiempo fue eficaz para muchas excusas.

Harto de los grandes temas, del status quo de los íconos de su momento, cansado de ser telón de fondo de las grandezas napoleónicas…el paisaje crecía en escala (formal y por ende temática)aspirando a constituirse GÉNERO por propio mérito.

También los impresionistas decimonónicos (y sus fotógrafos contemporáneos, por supuesto) lo utilizaron para sus estudios lumínicos, los cambios del objeto y/o los cambios de la mirada (que por otro lado, tras la aparición de la fotografía y la superación de la luz a querosene tuvieron un giro radical en los modos de socialización y la percepción del tiempo)…

Pero retomando los estereotipos, la problemática del paisaje es de interés no sólo artístico, actualmente también lo es turístico y ecológico. El estereotipo se consolida.
¿Entonces?

Volvamos al ACB de tema. El paisaje en el arte moderno o contemporáneo (y más allá del arte) es ante todo una construcción cultural. No solo vemos lo que queremos (o podemos) ver, los modos de vinculación con el territorio, el sentido de pertenencia, el sentido de (des)protección que proporciona, afectan directamente los modos que tenemos de interpretarlo, de representarlo.

Darío Albornoz se vale inteligentemente de dos estrategias: El daguerrotipo y el archivo.

Para quienes conocemos a Darío sabemos que tanto uno como otro, lo constituyen. Son dos actividades a las que le ha dedicado años de concentración. Su modo de vincularse con el paisaje pues, debe pasar indefectiblemente por ambos filtros.

No me extenderé en las particularidades del daguerrotipo como técnica fotográfica (terreno donde Darío es un experto) al mismo tiempo que entiendo las obras que está exponiendo aquí como registro (archivo, inventario) casi documental de un paisaje del cual sólo da cuenta del nombre de la/s especie/s, no como biólogo, claro está, sino como fotógrafo, o mejor dicho, como daguerrotipista.

Es cierto que debatir sobre la veracidad de lo fotográfico hoy es un tema perimido, pero ¿quién cuestiona la verdad documental daguerreana? En efecto, el daguerrotipo "documentaba" verdades “pasivas” dadas sus limitaciones técnicas o visto desde otra perspectiva, tenía otro parámetro de "prueba de verdad" al resto del universo fotográfico (no muy variado) por aquellos años mozos. Con todo, sí daba cuenta de una élite pujante que estuvo donde elegía estar. Es esta misma técnica la que hace que el tema y los "tiempos documentales" difieran radicalmente con los actuales, y los paisajes de Dario no necesiten naturalmente ser enconcetados.

Ahora bien, y retomando la archivística ¿Cuál es la necesidad de inventariar lo que no pretende ser investigado? ¡Ninguna! Esta es una de las “contradicciones” que tiene el arte contemporáneo. Después de su replanteo existencial arte & vida de postguerra, lo “pretencioso” se vuelve perfectamente prescindible. Visto así, es el paisaje por el paisaje, la fotografía por la fotografía, el daguerrotipo por el daguerrotipo.

Pero aquí se manifiesta un círculo vicioso, porque como venimos viendo, tanto el paisaje como el daguerrotipo tienen una fuerte carga semántica. Pienso en el daguerrotipo ya no como técnica fotográfica sino como objeto: quizá este fuera uno de los primeros antecedentes del arte expandido que años más tarde planteará Rosalind Krauss. Su superficie espejada lo vuelve foto y espejo. Foto con volumen(1). Se trata,¿por qué no plantearlo en estos términos? de un “espejo estampado”, "bidimensión expandida"… (Ni hablar de la instalación daguerreana (2)que Darío utiliza como estrategia de montaje). Me atrevo a pensar en el daguerrotipo como una expansión fotográfica de avanzada. Aquel daguerrotipo decimonónico lo era a pesar de su inconsciencia, y/o a pesar de su prematura aparición (respecto a la autora de la expansión en el arte), pero que la constelación Benjaminiana los conectó de uno u otro modo. ¡Cuánto más lo es en los tiempos que corren!, cuando artistas como Darío aprovechan todas sus virtudes, incluso el desfasaje temporal de una técnica lenta por naturaleza que se potencia al ciento por uno en un tiempo tan atomizado como el nuestro.

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(1)El aplanamiento fotográfico (espero haber entendido bien) llegará luego. Me refiero al soporte [plano] del papel- copia. Con el daguerrotipo estamos dando por sentado la monocopia (le robaré el término al grabado). La imagen única. El original. El aura benjaminiano en estado puro.
(2)Ver galería de imágenes.

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